Hay estudios que dicen que estamos expuestos a un número aterrador de anuncios. Tengo que decir esto porque desconozco las cifras que manejan esos estudios, pero gracias a mi experto y analítico ojo estoy en disposición de decir que son muchos. Por eso cuando alguna llama la atención por algo siempre está bien darle aunque sea un poquito de bombo.
Y si algo hay que decir de este anuncio de Adidas es que es, sobre todo, elegante. Elegante por la estética que refleja, por la selección de grandes estrellas de todo el mundo que es capaz de reunir, por su sutileza, y por la forma en la que la marca se impregna en todo.
Pero por encima de todo es elegante porque suena a Detroit en los 60. Porque suena a soul y a Motown. Se trata de Dee Edwards y su Why can´t there be love. Es cierto, el tema está remasterizado y ligeramente alterado, pero conserva la esencia de la primera versión. Sin embargo no puedo hacer otra cosa que remitirme a la original. Qué temazo.
Adidas debería pagarme por esto
Y si algo hay que decir de este anuncio de Adidas es que es, sobre todo, elegante. Elegante por la estética que refleja, por la selección de grandes estrellas de todo el mundo que es capaz de reunir, por su sutileza, y por la forma en la que la marca se impregna en todo.
Pero por encima de todo es elegante porque suena a Detroit en los 60. Porque suena a soul y a Motown. Se trata de Dee Edwards y su Why can´t there be love. Es cierto, el tema está remasterizado y ligeramente alterado, pero conserva la esencia de la primera versión. Sin embargo no puedo hacer otra cosa que remitirme a la original. Qué temazo.
Adidas debería pagarme por esto
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